El rey con corona de tres puntas.

Recomiendo leer este texto con Charlie Parker de fondo. 



Hay en su nombre música y en su obra lucha. En todos los espacios del mundo donde se habla de simbolismo debería ser obligatorio analizar su obra.

A primera vista descubro en Basquiat ira, vehemencia, pero… sus colores…. Lo hipnótico de su obra es lo lúdico del color primario y su gesto errático, una conexión exquisita entre el niño y la sabiduría de muchas vidas vividas. 

Jean Michel Basquiat es uno de esos seres a los que se les nota que no pertenecen a este mundo.





Estamos en los primeros años 80, Jean Michel inaugura su primera muestra individual en Nueva York, con 22 años (las galerías de arte eran espacios de muy difícil acceso), en una sola noche vende todas sus obras. Este es el comienzo de lo que será una vida vertiginosa, pero a la vez de un explosivo estado creativo.

Su arma fue su pincel y su escuela las calles. Sus obras pueden contar toda la historia racial de Norteamerica (lamentablemente tan presente en nuestros días). Los mártires, el racismo y sus referentes están impregnados de valentía y compromiso político. Sus calaveras nos recuerdan una y otra vez, que detrás de nuestros cuerpos, colores de piel, nuestros rostros, todos, absolutamente todos somos iguales.




Basquiat es contundente. Con sus obras nos regaló música, nos enseñó a leer el arte, la importancia de la fonética, de los símbolos, de las letras y de las palabras, las cuales tachaba para crear un punto de atención (todos queremos leer lo que se nos está prohibido).

 Siento que creaba sus obras como una especie de narrativa hipertextual, logrando que en nuestra experiencia al contemplarlas nos mantenga activxs, curiosxs, incómodxs y vibrantes.

 



Me gusta hacer el ejercicio de descubrir a un artista a través de una obra (abarcarlo todo muchas veces se transforma en un enloquecedor espacio de millones y millones de ventanas abiertas, que, al querer absorber tanto, terminas no viendo nada).
 


Ella es Dusthheads, creada por Basquiat en 1982. SI ESTA OBRA FUERA UNA PALABRA ESTARÍA ESCRITA EN MAYUSCULAS Y EN BOLD, porque grita, se mueve, te libera, te emociona y a su vez tiene una carga de crudeza que te conmueve. Es algo así como subirse a una roller coaster de emociones, en la que sentís consciencia verdadera de tu existencia y de todo lo que está sucediendo a la vez dentro tuyo.





Al hablar del trabajo de Jean, su padre dijo: “Siempre usó un simbolismo sencillo para explicar situaciones complejas”, esta frase resume porqué su obra nos provoca tanto estallido en la mente.

Entonces, vemos unos cuerpos en movimiento, como con mascaras (gran reminiscencia a sus orígenes haitianos y a la cultura africana) y ojos desorbitados. Dusthheads tal vez como palabra del lunfardo “brookyliano” hace referencia a estados de consumo de sustancias…cabezas de polvo, experimentadas en carne viva, en una verborragia psíquica como rostros que toman una nueva dimensión.

 La capacidad de Basquiat de usar el color de manera intuitiva a mi básicamente me enloquece. Nos regala luz con un negro telón de fondo que hace explotar el color de los cuerpos. Cuerpos que aparentan estar felices (al menos es lo que observamos a primera vista con sus grandes bocas con dientes). El uso de colores primarios y secundarios me retrotrae a una atmósfera infantil, a la niñez, a ese yo primario y primitivo de experimentar con las temperas y los primeros lápices.

 Estos dos personajes parecieran no estar en el mismo plano, hay una especie de perspectiva visual que sitúa a uno por delante del otro, y sus cuerpos… ¿por qué uno tiene brazos, piernas, más volumen (¿más real?) y el otro se mueve solo con líneas blancas como un garabato?

El personaje con mascara verde pareciera estar… ¿asustándolo?, mientras que el otro con su largo brazo blanco traza una gran línea blanca para no verlo. Esta es la magia de Basquiat que me gusta descubrir, porque detrás de esos dibujos hay claramente lucha contra el racismo, hipocresía social, las jerarquías impuestas por este mundo injusto, pero él encuentra un humor tan irónico, que la burla y la denuncia cobra aún más sentido.

¿Cuántas cosas más vemos en esta obra? Esto es lo maravilloso del arte, cada vez que vuelvas a verla vas a observar algo diferente, porque vamos cambiando nuestra mirada. Va…porque vamos cambiando.






Mis respetos querido Basquiat.

Sos y serás nuestro rey con corona de tres puntas



 




Aquí una exhibición virtual de Basquiat para disfrutar.

https://www.brantfoundation.org/exhibitions/jean-michel-basquiat-exhibition/


Todo lo escrito es absolutamente subjetivo. Solo es una invitación a preguntarnos...cosas.

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